Como cada 19 de marzo, toca felicitar a todos los padres del mundo, por su labor como tales. Hoy, como cada año durante esta festividad, las familias se reúnen, van juntas a comer fuera, y el cabeza de familia recibe regalos, su correspondiente felicitación y un gran abrazo por parte de sus hijos.
Los niños siempre consideran a sus padres como sus propios héroes. De hecho, se dice que un padre es el héroe de un hijo y el primer amor de una hija. La figura de autoridad del padre, el hecho de que éste sea más mayor y también el hecho de que «dirija» una familia, ´conduzca el coche o sepa muchas cosas provoca la profunda admiración de sus niños. ¿Cuántas veces repiten eso de…»yo quiero ser como papá»?
¿Qué ocurre durante la adolescencia? ¿por qué olvidan esa etiqueta de «héroe» que colgaron a su progenitor en años anteriores? ¿cómo es posible que todo cambie en cuestión de poco tiempo? Realmente, esto no es nada negativo, es completamente natural.
Cuando los jóvenes comienzan la etapa adolescente, comienzan su propio camino, buscan su propia identidad, y con ello, su cerebro empieza a cambiar también necesitando desarrollar otros estímulos como lo son las habilidades sociales o el mero hecho de cuestionar cosas. Ya no son niños. Si una madre, padre o profesor les indican que algo es azul, ya no lo toman como una verdad. Si ven matices verdosos en ese algo, lo dirán, y no se trata de llevar la contraria o superar a sus padres, sino de cuestionarse nuevos dilemas. Papá (o mamá) ya no es Dios, sino una persona que, a veces, se equivoca.
Esto hace pensar a muchos padres que están perdiendo a sus hijos, que ya no son admirados… y nada más lejos de la realidad. A ti, papá, que hoy no comprendes este cambio, te digo: tu hijo te admira más que nunca. Es cierto, ya no te visualiza con capa, ya no eres perfecto, y sí, ya se da cuenta de tus errores aunque lo intentes ocultar con el objetivo de esconder un «mal ejemplo» para él. No te escondas, porque aunque esto ahora sea diferente, no dejas de ser un héroe en su vida. Ahora eres un héroe real. Eres un ejemplo de superación, aquella persona que trabaja en aquello que le gusta más o menos con el objetivo de mantener a su familia. El modelo que ha visto día tras día. Y si no lo eres porque no cumples sus expectativas, no te preocupes, le habrás enseñado qué no quiere en su vida, y aprenderá a definir y labrar su propio futuro, ¿no es tu misión que aprenda de ti? Ten por seguro que sigue admirando el porqué haces todo lo que haces o que sigue contando (y no olvidará) mil anécdotas que le sucedieron y suceden contigo, y en definitiva QUE TE QUIERE.
Así que hoy no sufras si no recibes el mismo abrazo de hace unos años. Ahora él va sabiendo lo que quiere, y aunque no te adule como entonces, te quiere más sinceramente que nunca. Y no hay nada más bonito que querer a tu manera, pero siempre de verdad… así que ¡felicidades papá!
Foto: www.colorizarte.com
Muchas gracias Sandra por retomar a nosotros los Padres como los héroes de nuestros hijos 🙂 Sin duda alguna en la adolescencia sufren muchos cambios los hijos y esto inevitablemente reflejan una actitud positiva menguante ante sus padres. Saludos Sandra!!
Muchas gracias, Ángel. Sois héroes!